Muchas personas insatisfechas con el mundo externo material comenzaron una búsqueda interior a través de diversos caminos y prácticas espirituales como la lectura de textos orientales, el yoga, la meditación, etc., lo que contribuyó a experimentar estados de conciencia muy diferentes a los habituales.
Hoy se observa una creciente derivación de pacientes por parte de médicos, psiquiatras y psicólogos, a los centros de práctica de yoga, la meditación y otras disciplinas afines, como un modo de complementar y acompañar el tratamiento físico o psicológico.